Un día Nicolás volvió; del jardín con la idea de remontar un barrilete. Como no podía de ser de otra manera le hice uno, una tarde lo fuimos a remontar y ocurrió lo peor, este se estrelló contra el piso. El mismo resultado se repitió unas cuantas veces más, de distintas formas, es obvio que de barrilete no sabía nada, pero mi compañero seguía firme en su decisión de remontar su barri, lo que me llevo a buscar ayuda.
De esta manera comenzó mi relación con los barriletes, mi relación con BaToCo y su gente, una forma distinta, pero igual de valedera, para descubrir esta pasión de domingos a la mañana entre barriletes y amigos. Y por supuesto Nicolás. Ah! Ahora los barriletes nos miran desde arriba.
Daniel García
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BaToCo Barriletes - Argentina