Recuerdo un poema de Benedetti que dice:
"De vez en cuando hay que hacer una pausa
contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades".
Es mucho más fácil si contemplamos un barrilete en el cielo.