
Para celebrar, recordar y volver a divertirnos, agregamos un relato por Alejandra, algunos videos y más imágenes a la Galería de Fotos !
La llegada de algunos batoqueros a Rosario para participar en le Sexto Festival "Pintemos el Cielo De Rosario" comenzó el jueves por la noche cenando en una Tratoria a pocas cuadras del hotel. La mañana los encontró despertándose al golpe de paredes, cual conventillo de la paloma y desayunando medias lunas de grasa mientras se preparaban para darle un taller de armado de Barriletes a unos niños rosarinos. Allí estaban Ariel y Susana Fandiño, el día era inmejorable, aunque habría sido perfecto de no mediar un viento rachado.
Por la noche los primeros batoco recibieron a la segunda tanda llegada el viernes por la noche encontrándose tuti li cuanti en una cena en el lago.
El sábado había que madrugar y así fue que comenzó el festival, bajo un cielo hermoso, las familias de los batocos presentes comenzaron a armar el perímetro decorando las carpas. Allí se pudo estrenar los banners que hizo Daniel, las estacas que fabricó Carlos, las flores que compró Juan y que nos ocupo buena parte del festival que nos entendieran que NO SE VENDEN. En fin la fiesta comenzaba. Y Comenzó formalmente con nuestro barrilete bandera que hiciera hace un par de años Alberto y que nos dejara el orgullo de tener nuestra propia bandera, después que nuestro amigo Raúl hiciera las mil y una artimañas para volarla, porque parecía que no quería volar la atrevida.
Y la fiesta fue total porque en Rosario BaToCo se reunió de sur a norte con amigos que solo conocía por algún intercambio de mail, un amigo de Salta, una familia de Mar del Plata y muchos conocidos de Rosario como Claudio, dueño de casa que se reuniera para pisar el mismo suelo y volar sobre el mismo cielo lo que muchas veces soñaron en el foro.
La batalla de Rokkakus subió el tono del encuentro y alguno casi pierde la muela, o el barrilete o los zapatos, no se sabe bien, pero integrantes conocedores de artimañas creen que faltó el telebín para corroborar los triunfos de algunos que con sombrero en mano no entraban al automóvil para regresar a Buenos Aires de lo agradado que estaban por dobles triunfos consecutivos. Por suerte se hizo justicia y el Tata arremetió con el último triunfo para dejar en claro que "el que gana ultimo gana todo". El mas nombrado sin dudas fu el Presi que parece ser que en la fiesta de camaradería lo convirtieron en rey y cual figurita le estamparon una serenata los "Mariachi típicos de Rosario", según Raúl que no paraba de decir eso mientras seguía comiendo una tarta de brócoli que vaya a saber a quien se le ocurrió llevar desde tan lejos.
El domingo todo igual más el cansancio de estar de pie tantos días y el sol, que dejó a mas de uno con un tostado caribe estupendo mientras se encremaban brazos, ojos y cuellos para respetar las medidas de seguridad requeridas en el vuelo de barriletes con sol.
Todo voló como debía "el soberbio arco de Eddys, el renacido Gran Dragón del Sur, la magnífica Banderola, los SuperSled con cintas, tren de eddys de Héctor, la megamanga de Juan" como recordara Víctor en un reciente mail al foro.
El grupo tuvo la suerte, una vez mas, de contar con Gustavo un señor que con alma de servicio estuvo de aquí para allá recorriendo Rosario, colaborando discretamente para que todo este en orden, solo que en esta barrileteada se lo recordará por lucir un discreto sombrero del norte argentino, discreto, elocuente y distinguido.
La dulce y amable Betty regaló un eddy pequeño a cada integrante y acompañante, para que nos individualizáramos.
Los niños estaban allí, los de Rosario y los nuestros, propios de Batoco, en cochecitos, con pelotas y mamaderas, chupetes y otros en las panzas de algunas mamas batoqueras.
A Rosario le pintaron el cielo y lo vivido quedara en la memoria.
Alejandra Val
Fotos Compuestas
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