
Roberto cometió el error de pedirnos que escribiéramos nuestra experiencia en el 2do. Taller al que concurrimos.
En lo personal sobre los barriletes que llevamos estamos más que contentos ya que pudimos hacer dos bautismos exitosos: el tren de 12 Rombos y el delta doble cajón volaron por primera vez (Gracias a Demian por prestarnos los tiros para el tren).
Sobre el taller en sí, rescato la profesionalidad de Roberto, Demian, Samy y Lucas, incansables haciendo barriletes uno atrás del otro. ¡Unas máquinas!
Al inicio parecía que eran 10 o 20 chicos y al final uno no podía terminar de contar la cantidad de barris que se hicieron…
Roberto, un maestro haciendo Indoor, la prolijidad y la atención a los chicos más allá del cansancio es algo que realmente admiro profundamente.
Creo que saque más de 150 fotos que luego se las haré llegar a Roberto, pero hay muchas de ellas que son, a mi humilde entender, las más lindas o las más significativas.
Permítanme contar algo que me impactó mucho y que creo que es importante, más hoy (y gracias a Norma que me lo recordó) que es el día de los derechos de la ancianidad, y en donde los barriletes tienen mucho que ver.
Para que me entiendan me tengo que remontar al primer taller de barriletes que fuimos y que dio Omar Troccoli y Rubén Sosa en tierras salteñas, muy al norte de nuestra Argentina y a solo 200 metros del Pilcomayo.
Allí fuimos con un grupo de amigos para llevar libros y hacer una biblioteca en la comunidad indígena de Misión La Paz.
Comunidad aborigen de Wichis, Chorotes, y Chulupis.
Antes de ir, leímos mucho sobre sus costumbres, ya que presumimos que nos encontraríamos con culturas distintas a las nuestras, aunque nada de todo lo que leímos nos preparó para encontrar tantos pies descalzos pertenecientes a chicos de amplia sonrisa.
Y es cierto, encontramos muchas cosas distintas.
La comunidad de tres etnias y lenguas parecidas pero distintas, tiene un solo cacique, y a su vez ese cacique toma las decisiones pero consensuadas previamente por un consejo de ancianos.
Extraña costumbre en los tiempos en que vivimos.
A los ancianos no se los separa de la vida grupal, sino que le piden consejo.
Paradójicamente, esos mismos ancianos analfabetos, en su gran mayoría, fueron los que bautizaron a la biblioteca con el nombre de "Luz para todos", quizás con la certeza que le da la experiencia de los años vividos, que solo la educación puede sacar a sus chicos de la pobreza y el abandono en que están sumidos.
Esos hombres podrán no saber leer ni escribir, pero de alguna extraña manera que desconozco demostraron que son muy sabios.
Disculpen la historia, pero era necesaria para que se entienda porque una de las cosas que mas me impactó eran los abuelos con sus nietos. Verlos atender las indicaciones de Roberto y armar pacientemente el barrilete para su nieto que lo miraba, al inicio como extrañado y al final del trabajo, con el barri terminado, con ojos de admiración.
La figura de ese hombre ya anciano, con la satisfacción y el orgullo de ver a su nieto corriendo por el salón con el barrilete armado por él, creo que es uno de las imágenes mas hermosas que tengo, grabada en mi mente y en mi corazón.
De los chicos que puedo decirles que no sepan.
A ustedes que tienen cientos de talleres realizados, es muy difícil decirles algo que no hayan vivido o experimentado.
Los que me conocen saben que siempre ando por la vida hablando de Joan Manuel Serrat y de sus canciones, así que lo que mejor me sale es tomar un poema de Pere Quart, que Serrat canta y que se llama Infants.
"Niños...
La vida a ras de polvo y las miradas altas,
seda tibia de nieve y lodo fresco en las mejillas.
Niños...
Esperanza y envidia, cascabeles del corazón,
infieles cual el tiempo, súbitos cual la suerte
mezquinos y jugadores,
Niños,
fraudulentos y secretos o pródigos cual sultanes;
terroristas de sol y resol en los jardines,
medrosos en noche desierta;
impávidos asesinos de rosas y libélulas,
mercaderes de halagos,
viciosos de dulzores, de leche ebrios.
Niños...
La voluptuosidad furtiva del chapoteo y el fango,
ignorada promesa del amor de la sangre!
Disfraz de la tormenta, adorno del dolor,
pintura de la lástima, marea del temor,
las lágrimas sonoras y arteras y abundantes,
las armas de su guerra civil con los gigantes."
Gracias BATOCO por el privilegio de haber estado allí
Un Abrazo para todos.
Carlos y Ale