Llegamos a Aluminé después de un día de viaje en un confortable micro, allí nos esperaban Mega y su adorable Jorge de quien me quedaría la idea de que es un "santo" algo que reafirma siendo también un buen cocinero al tiempo que, buena predisposición, nos recibió por unos días en la Patagonia argentina.
La casa en la que nos alojamos era una representación del lugar en el que estábamos, confortable y cálida con una gran chimenea que Jorge se preocupaba por ver humeante todo el tiempo. Inolvidables los esplendidos desayunos que frente al pan casero vivenciamos en los días que estuvimos allí.
Aluminé es un hermoso pueblo rodeado de montañas en donde se escucha el correr del río y las estrellas parece que están muy cerca de nuestras manos. La noche es de una extrema espesura y casi ni se escuchan los ruidos mientras la luna es un invitado especial y se la ve mas amiga porque roza los bordes de las montañas.
BaToCo fue invitado a Aluminé gracias a la gestión de Mega en aquellos lugares, una mujer que se vincula con el medio en el que vive. En aquellas latitudes nuestra batoquera se mueve como pez en el agua, relacionándose con facilidad con las personas que hacen a la comunidad y que miran a los demás ayudando y colaborando con su trabajo y sus ideas, contribuyendo con el arte y las actividades recreativas. Su gestión provocó que el Secretario de Cultura de la Municipalidad de Aluminé Sr José María Victoria nos invitara a sumarnos a la Fiesta del Pehuen.
Nos tocaron unos días verdaderamente hermosos tan hermosos que nuestros guantes, camperas y pulóveres no hicieron falta nada más que para engrosar nuestro equipaje.
El día viernes hicimos un taller de barriletes en la municipalidad para más de 50 chicos que, gracias a Mega comenzaron a entrar al salón, donde Lucas los esperaba para explicar la manera en que debían hacer un hermoso eddy. Allí se puso en marcha lo aprendido en los talleres dados por Cassanello, allí pusimos en practica la hazaña de ayudar a los chicos a realizar su barrilete y tuvimos la suerte de presenciar como se hace camino al andar.
Lucas descubrió a un nene que, hace tres años, había asistido a un taller que diera Gustavo Sonzogni, el pequeño se acordaba de los pasos de la construcción y fue él mismo el que mostró como se cortaban los flecos. Orgulloso por ser poseedor del saber todos los demás nenes lo rodearon mientras Lucas que observaba consideraba que aquel hecho había que documentarlo.
Así es como las semillas se siembran y las hay de todo tipo en esta región y provienen de unos árboles llamados por los Mapuches pehuen estos árboles son araucarias y durante siglos fueron el alimento de los habitantes de estos lugares. La araucaria tiene un crecimiento lento y puede llegar a 40 metros de alto. Sus semillas han alimentado a los mapuches por siglos, quienes las utilizan para realizar harinas y guisos. En esta página hay un videito para ver sobre como vive este árbol en aquellas latitudes.
BaToCo también preparó una exposición de barriletes en la municipalidad junto a otra obras de arte que los lugareños exponían, realmente la experiencia fue fascinante porque en ese momento pudimos relacionarnos con los habitantes del lugar. Por un lado con los que venían a ver la muestra y por otro lado con las personas que exponían junto a nosotros. En verdad conocerlos fue muy interesante porque así sin mas te vas dando cuenta el por qué muchos se van a vivir al sur o por qué alguien que nació allí jamás se iría a vivir a otro lugar de la tierra. Conocí a una señora que era hija del primer fundador de Aluminé y por ende fue la primer maestra recibida en aquellas latitudes. También conocí a un fotógrafo espectacular que exponía sus obras y a una mujer de ojos del cielo que era oriunda de La Plata y un día conoció ese lugar como el mejor para vivir.
Otras de las tareas que como batoqueros teníamos era remontar barriletes, lo interesante del asunto fue que el viento era un gran ausente y solo Lucas pudo volar indoor en la puerta de la municipalidad.
El ultimo día en presencia de un partido de fútbol convocamos a los chicos a volar pero el lugar elegido por los organizadores no era el correcto por lo cual volar se hacia peligroso ya que los barriletes estaban muy cerca de la ruta y eso no es lo que enseñamos cuando volamos.
En fin, en todo momento nos sentimos de vacaciones. Si bien hemos agradecido a las autoridades de Aluminé el viaje y a María Elena su grata recepción y hospedaje también queríamos decirle a BaToCo gracias! Por hacernos conocer esa parte de la Patagonia que no conocíamos y que así de sopetón se nos presentó como posibilidad para continuar sembrando nuestras propias semillas.
Familia González Val