Por tercer año consecutivo llevamos a cabo el taller y barrileteada en De la Garma los días 22 y 23 de Marzo.
Que contento me siento con los resultados.
Recuerdo el primer año... con Lidia organizamos el taller y yo que tenía mas coraje que idea de cómo llevarlo a cabo me animé a realizar uno para 70 asistentes.
Por suerte en ese momento, Daniel García (un amigo del Barrilete) desde Buenos Aires, sin decirme que yo estaba loco se ofreció para "darme una mano", aunque en realidad vino a salvarme. Me acuerdo que estaba asustado ante tanto público, pero Daniel puso primera y arrancamos y no detuvimos la marcha hasta que salió el último barrilete terminado. Me acuerdo el terrible viento que tuvimos el día de vuelo, igualmente lo pasamos bárbaro junto a las familias de los pequeños pilotos.
El año pasado ya sabía en que estaba metido, fui más preparado y entrenado y también salió regio. Esta vez Daniel vino con toda la familia, estuvieron Cecilia y Nico.
Y ahora ya jugamos de locales, estaba mi familia Marcela Calvete (mi esposa), mis hijos, Joaquín y Ramiro, Daniel, Cecilia y Nico García, también se sumó desde Buenos Aires Norma Pozzo.
Empezamos como espectadores. Este año tuvimos un valor agregado muy importante: El Vía Crucis Viviente. El título en sí no dice nada que no conozcan, pero lo que quiero destacar es que en el mismo trabajaron 80 actores locales mas otras personas en la preparación de una localidad de 1600 habitantes. Esto significa que el 5% de la población participó en el mismo, es decir uno de cada 20 personas, en otras palabras, quien no tiene un hermano, tío, hijo, sobrino, o amigo que no participe en el Vía Crucis? Es imponente ver este hermoso espectáculo a la noche con una luna gigante que iluminaba el escenario natural que posteriormente fue nuestra pista de vuelo. Hacía frío, Cecilia estaba muy emocionada, Daniel impactado por la puesta en escena. Yo disfrutaba mirando el espectáculo y mirándolos a ellos disfrutar.
Hicimos los preparativos previos del taller (cortar los tiros, los hilos para los contornos y demás cosas necesarias. Llegó el momento de empezar y Daniel me dijo: "vos da el taller que yo voy ayudando a los chicos", así que largué, micrófono en mano a explicar paso a paso la construcción. Fueron aproximadamente 2 horas de trabajo del sábado a la tarde en la escuela.
Tuvimos poco tiempo para relajarnos o descansar, porque a la noche estábamos invitados a la escuela - en el mismo lugar donde se hizo el taller - donde había una peña para recaudar fondos para pagar la casa lindera a la escuela adquirida por la cooperadora. Había para comer empanadas, panchos, tartas y pizzas. Nosotros tuvimos el privilegio de poder colgar nuestros barriletes para adornar el lugar. Hubo cantantes de folklore, relatores, danzas árabes, y mucho mas. En la ocasión nos entregaron certificados y presentes.
El domingo era el día de la verdad, es decir el día que comprobamos si los barriletes vuelan, previendo un viento importante pedimos a los chicos que llevaran trapos para hacer colas.
Los convocamos a las 14 Hs. Con Daniel fuimos a preparar el campo de vuelo luego del desayuno alrededor de las 10:30 horas, Luis Ferreti, que estaba allí, nos dio una mano para armar la carpa de BaToCo y colocar las banderas. Antes de las 11 llegó el primer piloto, nos pidió si le ayudábamos a colocarle la cola y la línea, una vez el barrilete en el aire, se sentó tranquilo a contemplar su barrilete que volaba mansamente. No me privé de sacarle una foto, que muestra el nexo entre el joven piloto y su obra maestra. Luego llegaron poco a poco los chicos, nosotros teníamos que hacerle el diedro (hilo tensado en la varilla horizontal que le da curvatura al barrilete para permitir un vuelo más estable) y le colocábamos la línea de vuelo.
Al atardecer poco a poco el viento se fue apagando y con la caída de la noche ya habíamos juntado nuestros barriletes y nos retirábamos cansados pero con una sonrisa dibujada en nuestros rostros.
Fue un fin de semana completo, viernes Vía Crucis, sábado taller y peña folklórica, domingo barrileteada. Por suerte el lunes fue feriado, así que no estábamos con tanta presión para volver, así que armamos los bolsos y regresamos felices sabiendo que la misión había sido cumplida.
El año que viene nos espera un nuevo desafío, quizá otro modelo de barrilete, quizá un taller mas avanzado para armar otros modelos dirigido a adolescentes y adultos con colaboración local... ya tenemos un abuelo convocado y un año para trabajar en eso…
Gracias De la Garma y hasta el año que viene!
Gustavo Cardelli.