Los procesos de construcción y los resultados finales se reflejan muy bien en los rostros contentos y orgullosos de los chicos, muchos de los cuales vivían su primera experiencia con barriletes, mientras que otros aportaban los saberes trasmitidos por padres y abuelos.
En muchos casos, los chicos consultaban la pagina de BaToCo, buscando nuevos modelos, planos e ideas y se entusiasmaron con la técnica de soldar plástico, que les permitió mucha versatilidad y les proyecto a nuevas ideas para el futuro.
Las muestras, casi todas estáticas debidas a la falta de viento, mostraron una profusión de modelos diseños, técnicas diversas y el entusiasmo de sus constructores.
Creo que lo mejor que ocurrió en toda la experiencia es que quedaron ideas y ganas de hacer más barriletes, intentar nuevos modelos, probar materiales de la zona, acudir a abuelos y familiares por ayuda…y seguir contactados con BaToCo
Mega