Martes 17 de Junio, 8 y 30 de la mañana, cargamos algunos barris, el mate y partimos a un nuevo taller de BaToCo ,como siempre uno más, siempre son distintos, siempre te dejan algo.
Al volver ya era medio día y tomamos unos mates frente al río, en el Puerto de Olivos mirando los veleros y Roberto me pidió que escribiera y comentara el taller para el foro, no sé si le conteste; es difícil, no sé si voy a poder pero como siempre para tratar de ayudarlo en su tarea acá estoy escribiendo algo de lo vivido esta mañana.
Delia y Lorena de la Secretaria de Turismo, nos contactaron con Vilma, la sicóloga del Instituto de Geriatría de Vicente López, quien nos visitó en la exposición de BaToCo en el Centro de Convenciones y allí con Robert arreglaron todos los detalles para la realización del taller con los abuelos.
Llegamos 9:30. Estacionamos la camioneta dentro del predio y ya estaban esperándonos en el comedor donde se realizaría el taller, nos presentaron pero... era todo silencio, parecían temerosos, nosotros también y el famoso ¡¿que estoy haciendo aquí?! se te cruza cien veces y el hielo no se rompía, algunos miraban con interés, otros... parecían no ver.
Despacito Robert empezó "encimen las marcas de las varillas, peguen las cintas, armen el perímetro del rombo" recién ahí, creo, se dieron cuenta algunos que SI PODIAN, surgieron bromas, chistes, se rompió el hielo y hasta ¡cuando no! hubo un piquito (hay foto) entre Robert y Pablo uno de los abuelos internados.
Estaban sentados a la mesa, en silla de ruedas, Pedro Dellacha "Don Pedro del Área" numero 2 de la época de oro de la Academia, década del 50 y de la selección Argentina. Y Rubén Sosa "El Márqués" delantero de Racing y también de la selección. Jugaron juntos... y siguen juntos. El destino tiene esas cosas que a veces nos ponen en orsay. Ídolos de Robert en su juventud (es de Racing y los vio jugar) eso y las conversaciones recordando viejos tiempos terminaron llevando a las lágrimas a Robert, pero lo más importante fue cuando Vilma comento que tanto Pedro como Pablo (el del piquito) no era común por su patología mental ,que "se conectaran" (sic) y brindaran de esa forma y mucho menos con personas que recién conocían, entonces llegamos a la conclusión ¡que novedad! que los barriletes son terapéuticos.
Se termina el taller y surgió la foto, las manos y los barris en alto, eso no lo tienes que pedir, surge solo, algunos desde sus sillas de ruedas otros apoyados en los andadores, los más afortunados por sus propios medios y fue el aplauso final y ¡vuelvan pronto! así remontamos los barriletes, el que te deja ese sabor agridulce final, pero si, tenemos el convencimiento que por lo menos le cambiamos el día de hoy y los que tienen la suerte de recibir a sus hijos y nietos van a tener algo lindo que contarles.
Ya estaban almorzando y Robert fue a saludar nuevamente a Pedro y Rubén... volvió llorando.
Por eso GRACIAS BaToCo ,por esta nueva caricia del alma.
Betty Cassanello