El día amaneció con la tristeza de la partida de una mujer que emocionó nuestros corazones miles de veces. Por suerte su voz permanecerá en el aire y en nuestras memorias bajo la belleza de su canto. Ah, esas cosas de la vida a las que uno no se acostumbra…
Afortunadamente llegar al campo de vuelo es celebrar el encuentro, la alegría, el abrazo y despejar -en parte- la sensación de lo inexplicable.
El río nos recibió amablemente, con un viento perfecto en una mañana fresca y soleada. Fuimos poblando el cielo con colores y los rostros con una sonrisa.
Las condiciones ideales permitieron que cada barriletero se multiplicara en el aire: Claris en una dama del cielo, un farol chino y una cigarra: Alberto en un tren de rombos y una delta con banderas; Roberto en un doble-star, una delta y un Gardel criollo feliz de salir nuevamente al ruedo. Lucas, Leonardo, Matías, Hugo, Víctor, Demian, Carlos, Omar, Oscar sacaron toda la artillería: pulpos, genky, flows, roks, mangas y accesorios. Daniel y Nico nos sorprendieron con un nuevo modelo de medusa, que se multiplicará rápidamente. Mabel, Willy, Gustavo, Melisa, concentrados en sus rutinas acrobáticas.
Las familias barrileteras y el público que se acercó espontáneamente a compartir todo este despliegue, transcurrieron este momento en lo que podríamos llamar una "serena alegría" disfrutando nuestro medioambiente y los barriletes, tal como el lema de Osow indica.
Por la tarde algunos batoqueros partimos a Remedios de Escalada. Allí nos esperaban integrantes del Grupo Scout General San Martín. Celebraban el Día del Lobato con un taller de construcción y vuelo de barriletes.
Fue grato ver familias acompañando a sus niños en la empresa conjunta de volar sus creaciones. El viento y los árboles cercanos no fueron los mejores aliados para este acontecimiento, pero con esfuerzo algunos sobrepasaron estas limitaciones y ganaron el cielo.
Fuimos muy bien recibidos, y somos agradecidos de esta estupenda oportunidad de formar parte de la vivencia de todos estos niños, que en el futuro recordarán su primer barrilete con sus seres queridos. Aprovechamos también a mencionar las actividades de Osow y así colaborar con esta barrileteada mundial. Gracias sinceramente a quienes nos extendieron esta invitación.
Regresamos a casa, tranquilos y contentos, pensando en las nuevas aventuras que tendremos el próximo fin de semana.