Fuimos al taller de la Escuela Especial 511, San Justo para niños no videntes y disminuidos visuales; nos había convocado la sobrina de Mabel. Por suerte mucha familia, papás, mamás y hermanos todos ayudando y colaborando con estos chicos que por cierto ellos eran “los ángeles que no veían.”
¿Como se hace un taller para ellos? Entonces te preguntas: ¡qué estoy haciendo aquí! Sin embargo cuando Robert dijo”encimen las marcas de las varillas y aten fuerte” creo que bajaron los ángeles barrileteros que sin duda nos protegen y empezó a fluir el taller; los chicos tocaban todo, varillas perímetro para poder “ver” lo que estaban construyendo, surgieron los barris celestes y naranjas (ellos sabían que eran de esos colores) no lo sé, pero algunos hasta se animaron a correrlos por el patio. Robert logró rescatar uno que casi queda en un árbol y Mabel voló no sé como en un lugar de techo bajo sus “Alas al viento”. Después, una actuación a cargo de los chicos, mamás y maestras en un escenario ¿y saben qué? tres chicos que tocaban tres tambores con maestría tenían puesto en su remera los barriletitos de Batoco. Se animaron también a bailar un tango pero a esta altura yo también tenía los ojos nublados.
Los organizadores no cabían en sí de satisfacción. Habían logrado que las familias trabajaran juntas cosa que no les resultaba fácil de lograr y entonces nos fuimos los tres callados por momentos, la emoción te puede, y haciendo un montón de comentarios al rato, bueno como dije al principio, fue una semana distinta por eso más que nunca tengo que decir
¡BaToCo Salud!
Beatriz Luis de Cassanello