Lidia Calvete es una querida integrante de BaToCo, anfitriona de nuestras visitas a De la Garma e inquieta barriletera.
Visitó la ciudad de Ushuaia, el extremo sur de nuestro país: no se amedrentó por el clima severo ni los famosos vientos australes.
Nuestras felicitaciones a Lidia y los invitamos a leer el relato!
Estimados amigos barrileteros,
Con Juan Ismael (Cacho) Villafañe, jefe del polideportivo Islas Malvinas y de Sra. Mirta Lasa , personal de control del mismo, comprometidos con el bienestar de los niños del barrio La Cantera de Ushuaia, mi prima Elsa Orbegoso y quien escribe, Lidia Calvete, decidimos desafiar el viento de esta zona tan mentada.
Cacho contento con realizar un taller en su barrio se embaló y ofreció la idea de hacer un taller en la colonia de verano municipal, en el Polideportivo Lasserre, cerca de la bahía. Para ello se contactó con Juan Manuel Romano quien se responsabilizó de llevar la inquietud a sus profesores de educación física.
Quedamos en hacer dos talleres en distintos lugares: Lunes 1 y martes 2 de febrero de 2010.
Conseguir los materiales no fue tarea fácil, pero con lo que conseguimos, armamos unas cometas y salimos el domingo a probar. El viento generoso, día soleado y más tranquilos con la prueba, alistamos todos para el día siguiente.
Primer taller: Lunes 1 a las 14 horas, en el polideportivo Lasserre nos esperaban los profesores Josefina Pérez Esteban y Lucas Roffo a cargo de dos grupos de niños de entre 4 y 5 años.
Luego de una cordial bienvenida, revisamos los materiales y con todo dispuesto... esperar solo la llegada de los pichones.
Mientras transcurría el tiempo mirábamos por la ventana: montañas nevadas, barcos, barquitos, veleros, cielo azul y la bandera argentina flameando frente al puerto. Nuestros ojos desorbitados! Un taller aquí ¡Soñado!
Las voces de los chiquitines nos hicieron caer a la realidad, cambiamos de órbita.
Josefina y Lucas armaron pequeños grupos de trabajo, identificamos cada uno con el nombre... mi prima sacaba fotos, fotos, fotos... Cacho capitalizaba experiencia para su barrio, y sin darnos cuenta teníamos la cometa! Muchos sentían que eran dueños de su cometa!
¿…Y? A remontar! Viento justo! En Ushuaia, mi caballito de batalla (Trineo Allison) volaba… en el fin del mundo.
Nadie creía que siendo tan simple volara y él se lució! ¡Créanme! ¡Se lució!
Final feliz, cada uno llevó su barrilete a casa. Los profes encantadores, gracias por creernos y dejarnos disfrutar de nuestro hobby.
Segundo taller: martes 2 de febrero
Almorzamos algo rápido., estábamos ansiosos. Llegamos al polideportivo Islas Malvinas del barrio La Cantera. ¡Ya había algunos pibes esperando!
Colocamos algunos barriletes de adorno, ordenamos los materiales y a la hora indicada comenzamos con seis niños. ¿Saben con cuántos terminamos? ¡Con 22! Venían en silencio como a "mirar"... al ser invitados nadie se negaba. ¡Sí, sí, sí! Hasta el papá de Jorgito que andaba por ahí, justificaba la no presencia de su hijito, y al ser invitado accedió y realizó uno que se llevó orgulloso!
Las primeras corridas bajo el techo el gimnasio se repitieron en la cancha donde remontábamos, porque aunque no lo crean no había ni una pizca de viento en… ¡Ushuaia!
Igualmente nos divertimos mucho, ellos volaban, gracias a "la garra" que le ponía cada uno! Todos nos sentíamos poderosos de hacerlos volar aunque fuera a "tracción a sangre".
Fue muy de mi agrado hacer estos talleres, me fui del lugar, feliz de ver sonreír a los niños y también a los grandes. Muchas mamás del barrio La Cantera se acercaron, se inquietaron, preguntaron.
Creo que con Cacho, Mirta y Elsa sembramos una esperanza.
No es tan difícil armar un barrilete, no es tan difícil verlo volar, se trata de saber esperar. Eso me lo demostró un niño del barrio La Cantera cuando me dijo: “hoy no hay viento, ayer si, cuando estaba jugando al fútbol se me voló el flequillo, lo fui a buscar y...voló”.
Gracias a la invitación y hospitalidad de de Juan Ismael Villafañe y señora Mirta Lasa, de Elsa -mi prima-que sacaba las fotos, de los profesores de educación física Josefina Pérez Esteban y Lucas Roffo, con quienes se armó un hermoso equipo de trabajo, y a las familias del barrio La Cantera. No olvidaré nunca el haber remontado" mi caballito de batalla" en el fin del mundo: Ushuaia
Lidia Calvete
