Mil doscientos árboles para el Finky
Vecinos y asambleístas plantaron ayer más de 1200 árboles autóctonos en el Campo Finky, de Temperley, regidos por dos objetivos: “parquizar el predio e impulsar que se conozcan las especies locales”. Familias enteras se acercaron al espacio verde y lo hicieron más verde que nunca, en una jornada donde tampoco faltó el baile y en la cual el entusiasmo no se dejó amedrentar por el viento y la tarde gris. “El Finky antes era un basural, y ahora es un lugar para toda la familia” . Diario InfoRegión
PROYECTO L.A.U.R.A (Los Arboles Urgente Reclaman Ayuda)
Tercera etapa. Parque Finky.
Sueño con encaramarme a sus amplios miradores para anunciar si es que vienen, tiempos mejores.
Joan Manuel Serrat en El horizonte
Hoy has venido a plantar un árbol con tu nombre y a pintar el cielo con tu barrilete, gracias. No importa el lugar, la tierra es más o menos redonda. Lo que sí importa y es bueno que sepas, es que nosotros, los “adultos responsables”, la estamos castigando. Ya ves, no me refiero a vos criatura. Ciertos informes auguran que lograremos de a poco y con empeño, que no haya agua potable y puede que subamos la temperatura tanto que el único hielo que veas sea el de las heladeras… Heladera que funcionará si queda agua en los ríos para producir electricidad, entre otras cositas que no vienen al caso.
Con tu pequeño árbol estas cambiando el mundo… me dirás que exagero, pero no, te aseguro y es irrefutable: este mundo, hoy, es otro porque tu árbol verde crece en medio del gris, gris que a su vez crece en desleal competencia con el verde.
En este planeta más o menos redondito llamado Tierra -que debería llamarse “Agua”, porque las tres cuartas partes los son- hay 6 mil millones de personas, miles de millones más o menos, no sé…
Pero va la primera pregunta ¿Qué pasaría si cada uno plantaría un árbol con el compromiso de no talarlo, de cuidarlo como vos lo haces hoy? Tu árbol es importante para mí, muy importante. Gracias por venir, por acudir al llamado, por hacer ecología con tus propias manitos y no desde la compu o la tele. Todo aquello es virtual, criatura; tu árbol, es real. La molécula de oxigeno es real y tal vez ingrese en el pulmón de un niño en la antípoda terrestre en el Rio Amarillo en China… El verde de tu árbol disminuirá el efecto invernadero y eso es real… Me dirás: ¡Rubén es muy poquito! ya sé…. muy poco. Pero déjame jugar con las palabras como vos hoy con la tierra y tu barrilete, y decirte que “muchos pocos hacen un mucho”. Hoy son cientos de ustedes.
Junto a esta carta te dejo un diploma firmado como una especie de “cheque en blanco a depositar en el banco de la Vida”, más de 12 mil niños lo han hecho. En el diplomita dice que te propones a decir NO cuando te ofrezcan drogas. Va a pasar, lamentablemente en el 100% de los casos, estadísticamente, está demostrado… Alguien te ofrecerá drogas o tabaco (que contiene nicotina, que es una droga) pero vos tendrás tu NO. Y te aseguro contra esa espada no hay ejército que pueda.
Bueno… basta de palabras, yo no sé cómo expresar mi agradecimiento… Es que tu generosidad me hace sentir un poco útil.
Un honor para mí -simple pediatra que intenta ayudar a curar un poquito y prevenir sobre todo - haber compartido esta jornada con todos ustedes. Ustedes, “Doctores honoris causa en heridas planetarias, abogados defensores de mundos en llamas, arquitectos que proyectan futuros luminoso, Brigadieres de Barriletes celestiales... En fin, ingenieros de balcones sobre el horizonte donde escucho que anuncian que sí, que por fin vienen gracias a ustedes, tiempos mejores…
Una vez más, y qué suerte que existe esta palabra : Gracias.
Ruben Omar Sosa
Hola Rubén:
Hace un par de horas que volví de Finky. Tenías razón cuando al llegar me
dijiste que iba a ser una fiesta, porque realmente lo fue.
Me acordaba del día de la reunión en tu consultorio: tantos reunidos, ¡un domingo! y sin esperar cobrar un centavo!! Cuando recorría los sectores miraba las caras de los chicos asombrados por lo que hacían al plantar un árbol sin necesidad de una play ni de un celular, les parecía imposible! y ni qué decir de la felicidad de los padres de alrededor de 35 años volviendo a remontar un barrilete y enseñándoles a sus pequeñitos de 2 o 3 años de qué se trataba "eso". Te juro que caminaba y se me caían las lágrimas.
En lo personal también fue muy fuerte: las familias de las escuelas a las que pertenezco lo disfrutaron y mucho, aunque algunos estaban enfermos no quisieron faltar a la cita… y no se arrepintieron, al contrario, estaban felices de haber ido. Una de las familias, de una profe compañera que quiso plantar SU palmera, vivía una experiencia muy particular: el niño que los acompañaba fascinado y que se negaba a dejar de hacer eso tan increíble que sus 12 años no conocían como es remontar un barrilete, compartiendo esta tarde entusiasmados con la invitación y se sentían tan plenos!!! Me hubiera gustado presentártelos porque se emocionan cuando les cuento acerca de tus iniciativas.
Qué decirte de mí y de mis hijas! También llevamos nuestra palmera y ¿sabés qué? el tutor es uno de los recuerdos que dejó pintado el papá, mi marido, antes de irse hace 6 años, aunque yo sé que hoy estaba ahí surcando los cielos y espiando desde alguna de las cometas que de buen gusto hubieraremontado!
Por eso el "asunto" de este mensaje. GRACIAS! Y todo mi cariño.
Nos estamos viendo!!
María del Carmen
Para quienes tienen perfil en Facebook, pueden visitar la página de Finky Verde y ver un estupendo Video realizado por Marcelo Blanc
