De la Crónica de BaToCo
Cuando me preguntan por qué escribo contesto que es una manera de construir lo vivido y es el sentido de estas crónicas. Cuando me preguntan cómo se construyó BaToCo contesto que es la suma de muchas cosas y una de ellas fue comenzar a escribir lo que se recordaba de las experiencias grupales. Gracias a eso creo que comenzó a ser más fácil definir BaToCo y consolidar el por qué pertenecíamos.
Cuando me preguntan qué hiciste el domingo respondo: “lo que hago siempre: ir al encuentro de BaToCo” Permanentemente el ser humano hace construcciones, cuándo decimos aquel es mi amigo, aquella no me saludó, qué bien te salió este trabajo, qué grande está tu hijo, en todas las expresiones estamos haciendo construcciones.
Esta mañana en el río tratamos de construir el cumpleaños de la patria y por eso Mabel nos deleitó con un circo de tierra que sostenía el encuentro, una recopilación simbólica de nuestra esencia nacional con bandera y flores, un trabajo artesanal producto del reciclado que cobraba presencia por el viento. Mientras, tratábamos de calentar el chocolate y alistar en una mesa que trajo Betty, los pastelitos que generosamente convidaron Gustavo y Hugo.
Todo esto en un día muy especial porque el viento soplaba con habilidad para compartir el vuelo con varios invitados: Ezequiel Souza de Brasil que nos vino a visitar, una persona interesada en los barriletes que le gustó conocer nuestra ciudad y sus particularidades entre ellas nuestro grupo. También, nos visitó Diana Ross que, con su familia, pasó la mañana con nosotros mientras volaba barriletes y mostraba sus nuevos diseños. Además, le dimos la bienvenida a Hugo y Mónica quienes se han unido al grupo con grandes inquietudes sobre la construcción de barriletes que irán consolidando con la ayuda de todos, algo interesante en ellos, ya tienen máquina de coser. Felicitaciones!
Alejandra Val